alegría en el hayedo

Qigong en el Montseny porque es primavera. -Renovarse o tomar nuevo vigor-, esta es la definición de “reverdecer” según el diccionario de la RAE. Así es, el bosque ha reverdecido. Las hayas siguen siendo las mismas pero sus hojas son diferentes, son otras, son nuevas. Todo ha vuelto a renacer con nuevo vigor, es el milagro de la primavera. Y el verde recién nacido, todavía amamantado por el sol, es luminoso e irradia vitalidad. Lo he bautizado verde “alegría”.

El color verde “alegría” es una energía que se ha gestado en el oscuro invierno y ha brotado al despuntar el primer rayo primaveral. Porque “lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado”, dicen los últimos versos del soneto de Francisco Luis Bernárdez.

¿Un cuento de hadas? -No-, es un bosque de hayas de color verde “alegría”. Un paseo tranquilo para bañarse de plenitud y vitalidad. Caminar por el bosque, respirar y no pensar en nada…  

intercambio energético con las secuoyas

La actividad inicia en el centro de información de Can Casades. A pocos metros, se alzan 3 secuoyas monumentales de más de 50 metros de altura. Parece que estos árboles procedentes del norte de América son las criaturas vivientes más grandes del planeta. Es más, la llamada General Sherman del Sequoia National Park supera los 100 m. de altura. Son coníferas de hoja perenne con una circulación energética que empodera al practicante de qigong en el Montseny.

Aprendizaje de 3 ejercicios de intercambio energético con las secuoyas para fortalecer la energía congénita.

baño de bosque de hayas

El practicante se baña e impregna de la energía del haya, madre protectora que abraza y abriga. Pasear por el hayedo en primavera aporta vitalidad y contento. El hayedo es silente y permite desvelar nuestra sensibilidad.

Paseamos contentos y tranquilos, respirando con naturalidad. La magia del haya cala en nuestro Ser. La práctica de la contemplación del entorno funde el observador con el bosque. Somos árbol.

aprendizaje de la caminata qigong anti-cáncer

Caminar para prevenir el cáncer, es un sistema de qigong dinámico que integra los movimientos del cuerpo, con la respiración especifica Xi, Xi, Hu (inspirar, inspirar y espirar). Además, la atención es plena y continua. Por lo tanto, la integración del cuerpo, respiración y mente en una sola unidad proporciona un estado qigong que regula la energía del organismo y -previene- el cáncer.

La maestra de qigong Guo Lin creó el método y lo introdujo en el parque Dongdan de Beijing en el año 1971. Posteriormente, tras su probado resultado lo fomentó entre miles de pacientes afectados por cáncer en toda China.

Además, Guo Lin Qigong está basado en la experiencia y resultados de más de un millón de personas. Por ejemplo, en Japón, Australia, Canadá y Estados Unidos existen varios centros que promocionan el método anti-cáncer. También en Europa, Guo Lin qigong se ha introducido en algunos hospitales oncológicos de Suiza y Alemania.

Aprendizaje de la caminata qigong anti-cáncer, respirando el aire puro del Montseny.

Por último, regreso bordeando el pantano, seguimos con la mirada atenta cada elemento de la naturaleza. Ahora, somos agua.