Una vez optimizado el caudal de qi por la órbita microcósmica, el practicante se reincorpora de pie, con el fin de que la energía pueda realizar una órbita mayor, llamada macrocósmica o da zhou tian que comprende las cuatro extremidades. Esta vez, además de utilizar la atención plena y continuada y la respiración, se utiliza el movimiento corporal que colabora en la misión de inducir la energía a través de un recorrido mayor.

órbita macrocósmica

El qi se induce desde el Dantian inferior hasta el punto RM1 Huiyin del perineo donde esspirando se bifurca y empieza a descender por la parte posterior de las piernas hasta llegar a la punta de los pies. Inspirando el qi vuelve a subir por los pies y la parte interior de las piernas, hasta llegar al punto 1 DM Changqiang del Cóccix donde se junta espirando nuevamente.

Entonces, inspirando sube por la columna vertebral atravesando el punto DM4 Migmen y hasta el punto DM10 Lingtai en medio de los omoplatos. Desde aquí espirando la energía se bifurca para seguir un trayecto a través de los hombros, la parte interna de los brazos, hasta llegar a los dedos. Una vez allí inspirando retorna por la parte externa de los brazos, atraviesa las axilas y confluye en el punto DM17 Naohou en la base craneal, sigue subiendo hasta alcanzar el punto DM20 Baihui. A partir de allí espirando desciende atravesando todos los puntos del canal Ren hasta retornar al Dantian inferior.

Gracias a la órbita macrocósmica el Yuan qi circula rebosante por los 12 meridianos principales. Posteriormente la circulación se extiende a los meridianos tendinomusculares.