Baño de bosque y de ¡Lluvia!
Foto de los «bañistas» de bosque y ¡ lluvia! Al pie de la secuoya gigante.
Un yin y un yang, eso es el Tao.
El ideograma yin representa la vertiente umbría de una montaña, mientras que el yang representa la parte soleada de esa misma montaña. En el diagrama «taiji tu» el yin está representado por un pez negro mientras el yang está representado por uno blanco, ambos son indisociables, es una dualidad que está integrada en un círculo que representa la Totalidad, el Tao. Abrazar el yin y el yang es fluir con la vida: tristeza y alegría, diversión y hastío, resistencia y adaptación, ¡ Lluvia y sol !!!
Si lo siento, es cierto. Si lo pienso, quizás no!
Sentir la lluvia, escuchar su monotonía, oler la tierra húmeda, mojarse el pelo, la cara, las manos… pasear por el bosque con atención plena en la percepción sensorial del entorno para vivenciar y experimentar la naturaleza. Soy lluvia.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar …
Y me pregunto: ¿Antonio Machado conocía el qigong?
El qigong es experimentar.
La palabra humildad procede del latín humilis y ésta a la vez de humus aquello que la naturaleza desprende y que a su vez nutre para permitirle crecer.
Somos humildes cuando somos capaces de -soltar- como hacen en otoño las hayas y castaños que deprenden sus hojas que se transforman en un mantillo que abona la tierra y alimenta los arboles en un ciclo sin fin.
La humildad es valiosa y esencial porque es tierra fértil, es el caldo de cultivo para el crecimiento personal. Estar en la tierra no significa estar abajo, todo lo contrario, porque nos conecta con la realidad que es el soporte para dar el primer paso en el camino del autoconocimiento.
Sentir el manto blando bajo nuestros pies. Comprender el otoño, sentir, aprender.
El erizo esconde tres castañas que encierran tres semillas. Durante el invierno la oscuridad y humedad del humus conservarán las semillas y en primavera germinarán. Es la promesa de un nuevo ciclo.
La naturaleza es la única Maestra de la verdad.
Baño de lluvia, me gusta sentir el calor del sol en mi cara. Núria Leonelli