Un remanso de agua bordeado de frondosa vegetación que invita a la práctica de qigong en Banyoles. El lago es uno de los Jardines Históricos de interés natural por su singular belleza paisajista protegido por la Generalitat de Catalunya.

Al cabo de pocos minutos de caminar encontramos un cuadro de Monet: los nenúfares una flor acuática que hunde sus raíces en el barro y se eleva en busca de la luz.

Práctica del mudra “XinYin”, un gesto que se realiza con las manos en alegoría a la flor de loto. Hacemos atención a la respiración abdominal y a nuestro corazón luminoso. Calmamos la mente/corazón durante unos minutos para proseguir con un caminar tranquilo.

qigong banyoles

Segunda parada, junto a un sauce, este árbol se denomina en catalán “desmai”, es decir desfallecimiento, y en castellano “llorón”. Pero no son ni uno ni otro, porque sus ramas cuelgan con suavidad y a la vez con firmeza, manteniendo su porte flexible para dejarse mecer por la brisa. El “Ser” del sauce excluye toda pretensión y apariencia, aquí radica su belleza.

Aprendizaje de una serie de ejercicios para ascender la energía agua y nutrir ramas y hojas y para descender el fuego del corazón. Nutrir el yin y armonizar el yang.

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Tercera parada, practica de los 6 ejercicios correspondientes al verano pertenecientes a los 24 periodos solares: inicio del verano, pequeña maduración, granos en la espiga, solsticio de verano, pequeño calor y gran calor. Blindar la energía Wei para protegerse del calor exterior.

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La práctica de la contemplación del paisaje funde el observador con el lago para ser Uno y Todo. Proseguimos el paseo, degustando cada paso con plenitud hasta regresar al lugar de partida.

Núria, Gemma, Eva, Núria, Teresa y Cecilia:
¿Dónde está el dragón del lago?

 

Fotos: cortesía David Paniagua y Núria Leonelli

Fin texto: Qigong Banyoles