qigong y memoria

qigong memoriaLa practica de qigong cultiva la memoria que es mucho más que la capacidad de retención de información. El estudio de la enfermedad de Alzheimer nos lleva a interrogarnos sobre la relación existente entre memoria e identidad personal. El ser humano no es sólo memoria de sus actos, vivencias e interacciones, sino memoria integral de su conciencia, razón y esencia.

La memoria sirve, como toda facultad humana, a la supervivencia. Su función en este sentido consiste en comparar la experiencia presente o posible con otras ya experimentadas. Más y mejor memoria significa mayor capacidad de opción. Una memoria sana es la que nos hace rememorar sin conflicto, ya que la persistencia de éste dificulta el aprendizaje y el progreso, puesto que focaliza en aquel las energías que son necesarias para realizar éstos. La memoria en su sentido más profundo y vital es una memoria desconflictivizada, lo que se suele llamar estar en paz con uno mismo.

Como se suele decir, “el tiempo lo cura todo”: las personas sanas sobreviven porque recuerdan principalmente lo bueno y convierten lo malo en experiencia de la que aprender.

El qigong abre paso a una profundización creativa y alegre en la facultad de la memoria: aprendemos, practicamos y reproducimos secuencias de movimientos y módulos de ejercicios  que nos permiten ejercitar nuestra creatividad construyendo una práctica cada vez más compleja y depurada, en la cual el conjunto de nuestro ser –cuerpo, mente, energía y espíritu–  se integra progresivamente en mayor profundidad. Con ello nos convertimos en in-divíduos: seres no divididos sino con personalidad integrada.

Una memoria de más calidad implica disponer de los recursos que surgen de lo más íntimo de nuestro ser.

Redacción: Gabriel Jaraba, periodista
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