Los desplazamientos son fundamentales para la correcta práctica de qigong dado que la parte inferior del cuerpo es la que aporta una estructura estable y solida al entero conjunto.

Es clave mantener siempre la pelvis basculada para permitir que los psoas se mantengan relajados, son ellos los que facilitan un flujo continuo energetico entre la parte inferior y superior del cuerpo. Porque en Qigong no hay partes, el practicante se mueve siempre como una unidad.

Cada vez que realizamos un desplazamiento percibimos el trasvase de peso de un pie a otro de forma consciente, lenta y continua. Donde se apoya mayormente el peso es yin y es donde está la mente y por tanto la energía, el pie que soporta menos peso es yang. Es fundamental distinguir entre lleno y vacío, entre yang y yin, para seguir la alternacia, el ritmo que resuena con la pulsación de nuestra propia energía y con la de todo el universo.

Los desplazamientos hacia adelante o shangbu se realizan apoyando concientemente primero el talón y luego el resto del pie para armonizar la energía del riñon (1R Yongquan). Los desplazamientos laterales y hacia atrás o tuibu y kaibu, se realizan apoyando primeramente la punta del pie, con lo cual se activa y estimula la energía de Bazo (1B Yinbai) e Hígado (1H Dadun).

Los tobillos se mantienen relajados para permitir el ascenso de la energia de la tierra (Yin Qi) por el meridiano del riñon en su trayecto hacia el Dantian y las rodillas cuando flexionan jamás sobrepasan las puntas de los pies.

A continuación se muestran algunos de los pasos más usuales en qigong:


paso de arco · gongbu


paso de caballo · mabu


paso de arco lateral · hengdangbu


paso de T · dingbu


paso vacío · xubu


paso agachado · xiebu


paso sentado · zuopan