Foto de familia de la 11 promoción con su merecido diploma por superar con éxito todas las pruebas del curso de qigong y todas las pruebas que ha puesto la vida! Núria sostiene con orgullo el diploma de Antonio de Canarias. Detrás de las mascarillas muchas sonrisas, efervescentes del corazón, plenas de satisfacción y contento. ¡ Estamos vivos y seguimos el camino !!!

¡ El 11 es un número Maestro que empodera! dijo una alumna el primer día de curso. Y así fue. Una promoción de Maestros de vida, Maestros de qigong: Asier, Teo, Javier, Toni, Iñigo, Marzena, Elisenda, Xavi, Lorena, Daniela, Meritxell, Carme, Anne, Laura, Juanjo y Antonio de Canarias.

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Un curso interrumpido por el estado de alarma decretado el 14 de marzo, reanudado y varias veces reprogramado por las restricciones de sanidad. Llevado a cabo con mascarillas, manteniendo distancias de seguridad, con las ventanas abiertas en pleno invierno y sin poder utilizar los vestuarios, ni comedor ni tan siquiera disponer de agua en la máquina de refrescos.

Y a pesar de todas las dificultades en el ámbito social y profesional de los participantes durante la situación de pandemia siguieron practicando qigong.

Porque la práctica de la atención plena y continua en nuestro interior o la propiocecpión que cultiva el qigong diluye tensiones psicosomáticas y consigue liberar bloqueos energéticos que impiden VIVIR con plenitud. La focalización de la mente en el cuerpo nos centra como referencia y desvanece la inflación cabalgante de información externa. La lentitud de los movimientos aflora una consciencia capaz de situarnos en el aquí y en el ahora para conectarnos con la propia fuente se sapiencia y satisfacción.

¿Es esto es el qigong? No, es más.

El qigong es un camino de AUTOCONOCIMIENTO, para CRECER, para SER mejor persona y ambas cualidades se reconocen especialmente en los momentos difíciles. La congruencia entre cuerpo, respiración y mente o entre hacer, sentir y pensar, en una sola unidad forja la -integridad- y descubre en nuestro interior un caudal de valores. Resiliencia, perseverancia, determinación, superación son solo alguno de ellos.

La práctica de qigong nos aporta integridad y es la referencia más sólida ante el continuo cambio externo de valores y estilos de vida.

En la foto Núria posturea agradecida junto a una linda orquídea, obsequio de los Maestros de la 11 promoción que siguieron navegando con -integridad- en la oscilación de las olas del yin y yang. Esto sí que es qigong.

Gracias a todos por existir y recordarme que -compartir- es un sentido más a la vida. Seguimos aprendiendo con vitalidad y alegría. Como siempre. Pase lo que pase.

núria leonelli sellés