disfrutar el qigong en los jardines
En el periodo estival predomina la energía yang, cuyo ideograma chino representa la cara de la montaña iluminada por el sol sonriente. La atmosfera cargada de alegría impregna uno de los jardines más bonitos de Barcelona. El cursillo de verano ha sido impartido rodeados por un roble centenario, un «bella ombra», un castaño, …. Nada más acertado que empezar la sesión practicando la postura de abrazar el árbol para entrar en armonía con el entorno y ser también un árbol vibrante de energía.
Los participantes aprendieron una serie de ejercicios muy fáciles de aprender y practicar correctamente que aportan un mar de beneficios para la salud física, emocional y mental. Practicaron qigong disfrutando de la naturaleza e impregnándose del buen clima estival.
En la foto, los alumnos realizan el ejercicio «El inmortal indica el camino» que armoniza las funciones del pulmón e hígado. Cuando el practicante indica el camino formando con ambas manos el mudra «la espada mágica» hacia la izquierda se promueve el ascenso de la energía del hígado mientras cuando lo indica hacia la derecha se promueve el descenso de la energía del pulmón. Tras mostrar el camino, ambos brazos diseñan relajadamente un recorrido circular que junto a una inspiración suave y continua, permiten la interactuación interior de la energía de hígado y pulmón, que giran como una rueda. Interior y exterior forman una unidad.
El cursillo de verano fue impartido por Montserrat Beascoechea, profesora del Instituto, que transmite el qigong desde la cercanía de forma clara y gráfica a todas las personas. El grupo de participantes, hombres y mujeres, con una edad comprendida entre los 22 a los 68 años, creó desde el minuto uno una sinergia positiva que se fundió con el entorno vibrante y prometedor.