Prats de Cerdanya
Foto de los participantes en el taller de qigong de la naturaleza , para vivenciar la energía del metal. Todos felices y contentos, Montserrat Beascoechea, profesora de qigong entusiasta y comprometida con la naturaleza comparte con ilusión en estos parajes llenos de energía con los colores de la estación.
Tras el esplendor del verano, el sol pasa al equinoccio otoñal, se pone antes, baja la savia de plantas y árboles, los árboles empiezan a perder sus hojas e inician un periodo de declinación dejando su presencia externa y manteniendo internamente lo que son. El principal órgano afectado por este descenso de energía son los pulmones y de rebote el intestino grueso y la piel.
Integrar la mente, respiración y el movimiento, pero con la particularidad que en un momento dado se sacará el aire por la boca con un sonido o vibración que ayuda a los pulmones a liberarse del qi turbio y regular su función; en el movimiento corporal ayuda a llenar las cavidades de los pulmones de aire fresco.
Adoptar la actitud de un arquero que tensa el arco y apunta con mente atenta y concentrada para proyectar una flecha a un halcón que asciende hacia la montaña a lo lejos.
Equilibrar y conectar el cuerpo y la mente en resonancia con el entorno de la naturaleza.
La práctica de qigong en la naturaleza es excepcional, nos fortalece el cuerpo, calma la mente y eleva el espíritu.