globalización
La globalización del qigong transita por caminos diferentes durante los siglos XIX y XX. Los occidentales no tienen conocimiento del qigong hasta el siglo XVIII. Es solo gracias al misionero jesuita J.M. Cibot que publica en francés unos textos taoístas acompañados de ilustraciones: Notice du Cong-Fou (Gong-Fu) des Bonzes Tao-see. De hecho, Gong-fu fue otro nombre para el qigong. Cibot explica: es evidente que las varias posturas del gong-fu, si están bien realizadas, tienen un efecto terapéutico. Especialmente en las enfermedades que se generan por una circulación deficiente, retardada o interrumpida. Europa: base de la gimnasia Sueca Durante el siglo XIX las explicaciones de Cibot…